"MUJERES HERIDAS" ES TIEMPO DE LEVANTARTE

Es lamentable ver como miles de mujeres son sometidas diariamente a los abusos físicos y verbales realizados por algunos hombres, y observar ese rostro de angustia y terror al sentirse como desprotegida en ese momento.

Tal vez en muchas ocasiones te has preguntado ¿el por qué de tus temores internos? a lo largo de mi vida he podido comprobar que muchos de nuestros miedos se gestaron desde nuestra niñez, o la adolescencia. Algunas mujeres fueron expuestas a situaciones de abandono, otras sufrieron algún tipo de agresión sexual, o quizás tuvieron un padre o madre que los abusó físicamente, y esto marcó sus vidas.

Algunas nos protegimos creando una caparazón para resguardarnos pero eso no fue suficiente. Porque aunque por fuera la gente nos catalogaban como mujeres de temple, audaces, de carácter, emprendedoras, por dentro solamente había un corazón herido, que muchas veces nos hizo sentir que no valía la pena esa vida que estábamos viviendo.   

Lo peor fue que todas esas vivencias  han llevado a mujeres a estados depresivos, para las cuales nada ni nadie valían la pena, otras llenas de tantos resentimientos que lo único en lo que pensaron fue en: !necesito alguien en quien enfocar mi dolor!; algunas cayeron en adicciones sexuales, o con el alcohol o drogas, porque esto les ayudaba a estar ausente de su realidad por un momento, pero cuando pasaban esos minutos de euforia volvían a la más terrible realidad.

El problema es que hoy en día también nos enfrentamos a otras situaciones quizás diferentes, pero que nos atemorizan y no nos han permitido avanzar. En un momento de mi vida me hice esta pregunta ¿será que la felicidad no fue hecha para mi? ¿tendré que pasar cada día de mi vida experimentando cosas que únicamente me están hundiendo cada día más?

Pero un día apareció Cristo en mi vida,  quizás era un momento crucial de mi existencia, me sentía tan sola y tan mal conmigo misma que muchas veces pensé que mi vida no era sino una gran equivocación, pero Dios me hizo sentir que me amaba tanto y que a diferencia de muchas personas que me habían causado dolor él estaba allí únicamente para protegerme. Empecé a luchar contra mis temores, y a pedirle que me ayudará a salir de ese lugar oscuro donde estaba. 

Los primeros dos años de caminar con Cristo fueron difíciles para mi, porque no había tomado la decisión de perdonar aquellas personas que me habían dañado, pero cuando lo hice se empezó a escribir una nueva historia para mi.

Así que si hoy estas en medio de esas luchas debes saber que tenemos un Dios que nos ama, y que está dispuesto a sanar cada herida que hay en nuestros corazones, y cuando esto suceda estaremos en una  condición emocional sana para levantarnos y poder encontrarle un valor a la vida.  

No se rindan mujeres, en Dios siempre tendremos una oportunidad de vivir vidas diferentes. Te invito para que hoy abras tu corazón y permitas que Cristo entre a morar en él, pero también te desafío para que empieces a soltar todo ese dolor, esa amargura, ese odio, esa falta de perdón y permitas que nuestro Señor te levante como una mujer sana no solo emocionalmente sino también espiritualmente y comprobarás que si es posible vencer esos temores y enfocarte hacia el propósito para el cual fuiste creada. Con amor.

XIMENA DE CAMACARO Autora libro   "El Desafío de Ser Mujer"