¡CUIDADO CON LAS EMOCIONES!

Uno de los mayores problemas con los que nos enfrentamos las mujeres, es el hecho de ser tan emocionales, y esto es algo en ocasiones negativo porque no nos permite ver el panorama completo ante la mayoría de las circunstancias que vivimos cada día y actuar de una manera objetiva.

El ser tan emocionales nos impiden en ocasiones meditar o razonar en algo. En muchas oportunidades nos ha llevado a tomar decisiones equivocadas, con la creencia ingenua que el tiempo podrá modificar o alterar aquellas cosas; o quizás a pensar que en el mejor de los casos aparece un genio de una lampara mágica a cambiar esas situaciones a través de 3 simples deseos. 

Pero la Biblia nos dice en Jeremías 17:9 "Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?". En ocasiones vivimos tan prevenidos con las personas pensando que corremos un riesgo con ellas, que posiblemente pueden dañarnos, pero de la primera persona que nos debemos cuidar es de nosotras mismas. Nuestro corazón puede jugarnos la peor partida de la vida, nos puede llevar a poner nuestro pie al resbaladero, nos puede en ocasiones vendar los ojos del entendimiento, cegarnos la razón, y arrastrarnos a actuar como necias. Por eso es importante que todos los días le pidamos a Dios que nos ayude a revelar ¿que hay en nuestros corazones?, y cuando lo haga, tomemos la determinación de trabajar en mejorar o cambiar todas aquellas cosas que hay allí que no hacen comportarnos de una manera irracional.

También las escrituras dicen en Proverbios 4:23 "Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida", lo que somos solamente es una manifestación externa de una condición espiritual interna. Nuestro corazón esta lleno de emociones negativas y positivas, por eso es importante cuidar nuestro interior, pedirle a Dios que cada día como buen alfarero que es, que saque todas aquellas cosas negativas que nos han impedido avanzar en la vida porque de no hacerlo cualquier situación difícil que experimentemos, hará que fluyan resultados nocivos como la frustración, miedos, ira, culpa.

Entiendo que en muchas ocasiones nuestras emociones no nos dejen llegar a una conclusión exacta sobre un asunto determinado, porque estoy convencida que ninguna de nosotras somos buenas consejeras de nosotras misma y menos cuando no queremos ver la realidad de las cosas. Si estamos claras con esos sentimientos negativos que nos gobiernan, busquemos la opinión de alguien ajeno a nuestros problemas personales, con el fin de que puedan ayudarnos a mirar estos asuntos bajo una óptica imparcial. 

No olvidemos que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, tampoco podemos pretender tapar el sol con un dedo, así que pienso que lo mejor, es que aprendamos a resolver todos los asuntos con una mente clara, con una conciencia limpia, y seguras de que las determinaciones que tomemos aunque tal vez no sea la que nos dicte nuestro corazón es la más acertada.

Mujeres con el paso de los años he comprendido que a muchas de nosotras nos cuesta enfrentar la realidad de lo que estamos viviendo con la pareja, hijos, finanzas, espiritualmente. Los problemas no se solucionan evadiendo la realidad sino enfrentándola, y cuando lo hacemos esto se convierte en una apertura para nuestro crecimiento en el carácter.

Se ha dicho que El carácter se evidencia es en el momento de enfrentar las crisis, así que la mejor alternativa no es huirle a la realidad sino hacerle frente a ella. Solas es imposibles que podamos tener un buen cuidado de nuestras emociones, pero contamos con un recurso poderoso para madurar en está área y es la ayuda del Espíritu Santo, él cual desarrollará en nosotros parte de su fruto como es el "dominio propio", que no es otra cosa que la capacidad de dominar nuestras emociones. Sí hay un freno a nuestro desenfreno emocional y es involucrar a Dios en nuestros asuntos y pedirle que nos ayude a capitalizar bien nuestras emociones.

Ximena de Camacaro. Libro: "El Desafío de Ser Mujer".