LO QUE EL MUNDO NECESITA.
Hay una realidad a la que no podemos cerrar nuestros ojos; vemos como cada día se levanta nación contra nación, aparecen nuevas epidemias contra las cuales no hay tratamientos todavía, terremotos ocasionando grandes desastres, hambre, odio, venganza, delincuencia. Y la pregunta es: ¿contra quién ha llegado todo esto? ¿No es acaso contra el mismo hombre? ¿Y qué está haciendo cada uno de nosotros para evitar al menos las cosas que están a nuestro alcance?
La verdad, es que muchos estamos haciendo poco, otros no hacen nada. Y ¿saben porqué no lo hacemos? Porque no tenemos tiempo. Aunque todas estas realidades nos preocupan, a otros los perturban, no pasamos de allí, un simple asombro, una queja, un lamento o una crítica. Lo cierto, es que no tenemos tiempo de sobra para involucrarnos al equipo de servidores que Dios está levantando hoy para poner nuestro grano de arena. Ya nuestro tiempo está bien planificado: familia, negocios, placeres, amistades y si nuestras ocupaciones lo permiten, Dios.
Compartimos mensajes emotivos muy bonitos y esperanzadores, pero está realidad necesita más que un mensaje de esto, te necesita activo, necesita que te involucres, que seas participe de un cambio.
Pero hay otra realidad de la que tampoco nos podemos olvidar y la describe La biblia en: 2 Timoteo 3:1-5 <Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!>.
Entonces para algunos es terrible lo que está sucediendo en su entorno, pero Dios ve mucho más preocupante lo que está sucediendo dentro de cada uno de nosotros. Cuando en Timoteo dice: ¡vendran tiempos difíciles! Vemos que el tiempo difícil que se describe aquí encierra a las personas y su realidad espiritual. Esta es la peor catástrofe a la que se enfrenta hoy el hombre, a su realidad espiritual, a esa apatía por las cosas de Dios. Es nuestra conducta la que determina si tenemos una vida piadosa, no son los demás, nuestro comportamiento nos delata, nos deja al descubierto, da testimonio de quienes somos.
Así que el mundo necesita otra cosa, necesita más que un mensaje elocuente que nos motive, necesita algo que lo despierte de donde esta. Según dice la escritura, hay cosas que matan el cuerpo, pero pienso que hoy nuestra preocupación debe ser por aquellas cosas que están matando el espíritu, nuestra fe.
Y quiero concluir con una pregunta que se hizo Jesús, en Lucas 18:8 "No obstante, Cuando venga el Hijo del hombre <¿encontrará fe en la tierra? >. La respuesta esta dentro de ti, ¿encontrará fe en ti?, o encontrará que este sistema nos sedujo de tal forma que nos hizo insensible a nuestra realidad espiritual. Por eso, debemos cuidarnos de no caer en esta apatía espiritual, y el único antídoto para ello es comprometernos con Dios y su reino.
El que Jesucristo encuentre fe cuando vuelva depende de nosotros, y en la medida que trabajemos en crecer a su imagen y semejanza, seremos la respuesta que el mundo está esperando. Así que el mundo nos necesita.
Ximena de Camacaro, "El Desafío de Ser Mujer".
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