UNA HISTORIA QUE CONTAR.
Todos tenemos una historia que contar y muchos no sabemos como empezar. Esa historia está compuesta por las experiencias de vida malas, buenas o regulares que tuvimos. Lo cierto es que todas estas vivencias dejaron recuerdos agradables que siempre queremos expresar o heridas que hasta la fecha no se han podido sanar.
Tambien se da el caso de algunas personas que se protegen a si mismas inventándose una nueva historia que nada tiene que ver con sus vivencias, y no es más que una negación ante su realidad y una forma de evadir su responsabilidad.
Es por eso, que cuando llegan fiestas especiales, algunos tienen un motivo para celebrar, mientras que otros ni siquiera desean recordar. Todo esto se resume, a que aunque todos tenemos una historia que contar, algunos pensamos que con ella a nadie podemos edificar.
Pero todas las historias edifican, las buenas o malas. Y cuando contamos nuestras vivencias, lo primero que sucederá, es que podremos trabajar con aquellos sentimientos negativos que hay en nuestro interior y que si podemos cambiar.
Las experiencias de los demás las podemos canalizar para nuestro beneficio personal. La Biblia dice: "El sabio aprende de la experiencia de los demás, pero el necio se su propia experiencia". Nuestra vivencias se pueden convertir en un llamado de alerta para los demás, es por eso que algunos necesitan nuestra historia escuchar.
Saben ¿Por qué muchos no se atreven a contar su historia? Por el temor a ser juzgados por los demás, por eso es más fácil aparentar y vivir fuera de una realidad. Y cuando vivimos bajo una apariencia equivocada un día nos cansaremos de aparentar y mostraremos nuestra realidad; nuestro pasado no nos tiene porque avergonzar. Nuestro pasado no es más que eso, pasado, pero de allí podemos sacar excelentes herramientas si queremos avanzar.
Todos tenemos una historia que contar, pero también es cierto que debemos ser sabios cuando lo vayamos a realizar. Hay personas que quieren conocer nuestra historia para mirar como la pueden utilizar, como otros la deberán conocer porque tienen cosas que aplicar.
Mi consejo es: todos tenemos una historia que contar, pero debes aprender cuando la debes compartir. La Biblia nos enseña: "Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado" Isaias 43:18. Vamos a hablar de nuestro pasado solamente cuando vayamos a edificar a alguien, o a nosotros mismos. Pero si no es así, olvidate de él, empieza a escribir una nueva historia para ti.
Pero conozco una historia que todos estamos obligados a contar y que a todos edificará, por eso no nos podemos callar. Algunos que la han escuchado no la quieren aceptar porque les implicaría una vida entera cambiar. Otros la quieren distorcionar porque los confronta con su realidad. Algunos la han usado para muchas personas manipular. Lo cierto es que es una historia que vale la pena contar porque trasciende hasta el más allá.
Es una historia de amor que nadie puede ocultar, y que todos debemos atesorar; y que se puede convertir en una hermosa realidad. Es la historia de un amor incondicional que estuvo siempre dispuesto a sacrificar. Es la historia de un hombre excepcional, que todo lo dio hasta entregar su vida.
Esta historia surgió en el corazón de un Dios excepcional, comenzó con un propósito claro para toda la humanidad. Los primeros personajes de esta historia tuvieron una oportunidad de hacerse participes de esa historia que todos debemos contar. Algunos aprovecharon esa valiosa oportunidad, pero otros no entendieron que estaban siendo pilares de un plan fenomenal, fue así como desperdiciaron su gran potencial.
Esta historia no ha terminado, todavía no se dado el gran final. Los que la hemos aceptados hoy la queremos contar. Todos tenemos una gran oportunidad de hacernos participes de la historia de un gran hombre que vino a salvar la humanidad; Jesús.
Ximena de Camacaro. "El Desafío De Ser Mujer".
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