Proverbios 31:26 "Cuando habla, lo hace con sabiduría, cuando instruye , lo hace con amor". A la mujer le cuesta estar callada, en todo quiere intervenir, opinar, criticar, sugerir, controlar, manipular. Es bueno abrir nuestra boca cuando el objetivo es la "Edificación" , pero en ocasiones se abre como un tsunami para arrastrar todo lo que está a su alcance.
El problema no está en lo que dejamos salir de nuestra boca sino el daño emocional, moral o espiritual que estamos ocasionando con esto. Después que sueltes una palabra ya no hay forma de recoger lo que se dijo, tampoco hay forma de quitar las heridas que ocasionaste, ni de resarcir el daño que causaste. Pensamos que la solución es "un perdón" , este solamente remedia en parte el daño que se hizo, pero conozco personas con muchas raíces de amargura, resentidas, por el daño que le ocasionaron las palabras de las personas a quien más amaban.
En nuestra boca "Hay poder de vida o muerte" de "construcción o destrucción". Un simple ¡Tú no sirves para nada! ¡Eres un inútil! ¡Nunca haces nada bien! ¡Eres un flojo, perezoso! ¡Eres un fracasado! ¡Te cuesta emprender con algo! ¡Todo lo que empiezas lo dejas sin terminarlo! son expresiones de muerte emocional para alguien, con ellas estás castrando la imaginación de las personas, ese deseo de superación; estás produciendo temores e inseguridades en los demás para atreverse a iniciar algo.
Pero cuando le dices a alguien: ¡Animo, se que vas a salir adelante, solo tienes que confiar en las capacidades que Dios te dio para atreverte a empezar! ¡Te he observado y he podido ver las potencialidades que Dios te ha dado, por lo tanto sé que lograras muchas cosas en la vida! ¡No importa que hayas fracasado en este intento, te animo a empezar nuevamente!, verdad que son palabras distintas. Con palabras de "Vida o Constructivas" puedes hacer que alguien descubra ese potencial que hay dentro de si mismo, puedes lograr que alguien venza todos los temores que le producen tomar alguna decisión, le estás diciendo a alguien que tú crees en él y en lo que puede hacer.
Por eso debemos cuidar nuestra lengua, es un miembro tan pequeño pero no es para nada inofensivo. En el Libro de Santiago dice: "que con ella podemos encender una nación entera", podemos destruir el futuro de una persona, su autoestima, podemos ocasionar conflictos, levantar murmuraciones.
Entonces es de sabios aprender a refrenar nuestra lengua, Proverbios 10:19 "El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua". Quizás tengas mucha razón en lo que quieres decir, pero debemos hacernos estas preguntas: ¿es el momento oportuno? ¿estamos en el lugar adecuado? ¿estamos en la condición adecuada para hablar o para recibir? ¿es prudente lo que voy a decir? ¿es necesario que lo diga?. No solamente tengo que estar pendiente del estado emocional en él que estoy, que es el que me impulsa a hablar, sino que también debo velar por el estado emocional del que me escucha.
El secreto está en aprender a desarrollar "Dominio Propio", o lo que la psicología llama "Inteligencia Emociona". Tenemos que ser coherentes en lo que "pensamos, sentimos y hablamos", no podemos manejarnos por nuestros impulsos, por nuestras emociones. Si crees tener razón en lo que vas a decir evalúa primero si vas a Construir o a Destruir, después si habla.
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Ximena de Camacaro . Autor del "EL DESAFÍO DE SER MUJER"
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