LA GRANDEZA DE SER MADRES.
Como mujeres, hay muchas cosas que nos producen grandes satisfacciones: lograr consolidar un buen matrimonio, tener un hijo, alcanzar una meta personal como profesionales, o emprendedoras. Y en el momento que logramos cada uno de estos sueños, la alegría que sentimos no tiene comparación, nuestro corazón desborda de gozo, porque en el instante que cada una de esas cosas se dieron eran nuestro mayor anhelo.
Y entre todos estos roles, hay uno que durante la historia de la humanidad presentó a la mujer como una heroína, pero este sistema postmoderno en que nos movemos hoy la ha hecho ver como una perdedora, y es el rol de madre. Antes era un orgullo invertirse en la crianza de los hijos, ser participes de sus logros; hoy es diferente, hoy la mujer que lo haga es catalogada como alguien sin expectativas claras, sin aspiraciones, una tonta.
Estamos claras que es un rol que requiere en ocasiones de tiempo completo, de noches de trasnoche, de días de agotamiento, de negación de muchos deseos, de aceptación de grandes compromisos. Pero al pasar de los años cuando vean a sus hijos crecer, ser útiles en esta sociedad, y comprometidos consigo mismos, se sentirán realizadas.
Muchas mujeres entendiendo lo relevante que es ser partícipes del futuro de sus hijos han tomado la decisión de aplazar algunas metas personales para invertirse en ellos, sin importar como las catalogue la sociedad. Pero otras, con el pasar del tiempo sienten que están al límite de la desesperación; porque llegó un momento de su existencia donde entraron en una etapa de evaluación y se hacen varias preguntas: ¿Porqué soy yo la que me debo sacrificar para que esto funcione? ¿Porqué el hombre no se involucra más en algunos asuntos como la crianza de los hijos? ¿Para qué invertí 5 años de mi vida estudiando una profesión? ¿Siempre esto será así? ¿Qué pasa con mis anhelos personales?
Algunas siente que no son comprendidas, que son poco valoradas y en ocasión que son utilizadas, y se sienten al límite en todo. Al límite de la ira, de explotar. Y ¡cuidado! Porque a la larga no solo afectará el amor por sus familias, sino que estarán dañando su autoestima.
Es cierto, que el rol como madres nos demanda muchos sacrificios, darlo todo, renunciar quizás a algunas cosas, como también es gratificante ver crecer los hijos sanos en todas las áreas. Pero esa constante disyuntiva en esos dos sentimientos "satisfacción-frustración", hacen que nos sintamos mal en muchas ocasiones. Por eso es importante buscar una solución a tiempo antes caer en el plano de la frustración, amargura, dolor, o desilusión.
Algunas mujeres callan, sufren en silencio, porque tienen la idea de que es necesario anularse totalmente para que su entorno y principalmente esposo e hijos sean felices. Pero no lo mires como algo negativo, cuando la biblia dice "que los hijos son una herencia de Dios", piensa que estas cuidando el tesoro más grande que tienen.
Ya es tiempo de dejar ese enojo que tienen, por sentir que no es justo que sea la mujer la que en la mayoría de los casos sacrifique sus deseos personales por el bienestar de todos. No es un sacrificio el darlo todo por una familia, especialmente por un hijo, es la expresión más sublime de amor que pueden tener.
Muchas mujeres explotan de una forma negativa, y toman la decisión de salir de ese entorno y empiezan a buscar lo que para ellas sería la felicidad, dejándose engañar por las mentiras que nos muestran los medios de comunicación y la sociedad que nos rodea.
Es un privilegio invertirte en la crianza de tus hijos sin anularte en otras áreas y ser una buena esposa sin dejar de ser una buena madre. Puedes invertirte en los demás sin sacrificar tu familia y hacer feliz a tu familia sintiéndote realizada contigo misma.
Cuando leemos Proverbios 31 acerca de la mujer virtuosa no la mires como una utopía, mírala como una realidad posible de alcanzar. Cada una de nosotras puede lograr esas grandes hazañas que se describen allí, lo importante es *BUSCAR UN EQUILIBRIO en todo; porque no podemos seguir allí
pensando y sintiendo que las personas que más amamos nos están robando los sueños, o nos están consumiendo el mejor tiempo.
pensando y sintiendo que las personas que más amamos nos están robando los sueños, o nos están consumiendo el mejor tiempo.
Si la frustración obedece a pensar que no son productivas, que no están realizadas en otras áreas, hay una solución para esto. Empiezas a descubrir que talentos y habilidades puedes poner a producir desde tu hogar, mientras estas cuidando el tesoro de tus hijos. Muchas mujeres han logrado levantar grandes imperios desde su casa.
Quiero decirles que como madres están invirtiendo en la mejor empresa: sus familias. Aunque la sociedad lo vea como una pérdida de grandes oportunidades, Dios las ve como mujeres ejemplares. No vean este rol como un sacrificio, mírenlo como una inversión.
Ximena de Camacaro, "El Desafío de Ser Mujer".
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