Poniendo en orden nuestro mundo interior.

No hay nada mas complejo que el ser humano, la forma como este piensa, sus sentimientos, y sobre todo la forma como responde ante los desafíos o crisis en la vida.

 En ocasiones pensamos que nuestra vida está en orden porque logramos conformar una familia, alcanzar algunos logros económicos, obtener un título universitario, en fin asociamos la palabra orden con logros. Y esta es una apreciación equivocada.

¿Cuantas personas han logrado las cosas que enumeré anteriormente y aun así se sienten infelices o insatisfechas? O ¡¿quizás se sienten emocionalmente devastadas y con un escaso avance espiritual? Esto se debe sencillamente a que no han logrado obtener un progreso de adentro hacia afuera. Proverbios dice: "Porque tal es el pensamiento del hombre así es él", en otras palabras nuestro comportamiento obedece a lo que hay en nuestros pensamientos; somos lo que pensamos. Por eso, si deseas conocer a alguien evalúa sus actitudes, su comportamiento.

En ocasiones creemos que el problema consiste en la familia disfuncional que nos tocó y pensamos: ¿Por qué no nací en un hogar diferente? Otras veces creemos que el problema radica en la personas que elegimos para ser nuestro esposo(a), y planificamos  un divorcio; o el inconveniente son nuestras amistades y nos apartamos de ellas, y por último cuando no encontramos a nadie más, culpamos compañeros de trabajo, iglesia, en fin. Pero si tan solo nos detuviéramos a mirar nuestro interior, podríamos darnos cuenta que son nuestros pensamientos y lo que hay en nuestros corazones lo que nos está contaminando. Que tan fácil sería que lográramos entender que quizá nuestras crisis no la están generando factores externos sino todas aquellas situaciones no resueltas de nuestro pasado.

Jesús lo dijo de esta forma: Mateo 15:11 "Lo que CONTAMINA a una persona no es lo que entra en la boca sino lo que sale de ella".......18 "Pero lo que sale de la boca viene del corazón y CONTAMINA a la personas. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.20 Estas son las cosas que CONTAMINAN a la persona, y no el comer sin lavarse las manos". 

Vemos entonces  lo que genera el desorden interior: malos pensamientos contra los demás, deseos de dañar físicamente las personas que nos rodean, daños a los seres que amamos (infidelidad contra esposo-a), daños contra nuestro propio cuerpo (bulimia, anorexia), aberracciones sexuales, apropiación de lo ajeno, chismes, murmuración, intrigas, y todo con el fin de destruir a los demás creyendo que esto aliviará nuestra pobreza emocional y espiritual. Pero sabes una cosa, cuando practicamos cualquiera de esas conductas equivocadas nos rebajamos cada vez más y no solo afectamos a los demás sino que hasta que no lleguemos a adquirir conciencia del desorden interno que tenemos seremos unos infelices.

La mayoría de personas que creen que están muy definidas en su mundo interior, siempre presentan cosas como estas: siempre están juzgando el comportamiento de los demás y lo miden a la luz de sus propios racionamientos; para ellos todo está mal, nada funciona bien por eso siempre tratan de imponer sus ideas y cuando estas no son tomadas en cuenta lo asumen no como un rechazo a su idea sino como un rechazo a su persona. Tienen la tendencia a ser muy solitarios y aislarse de todas aquellas personas que no apoyan sus pensamientos. Todo lo cuestionan, lo critican, y si es posible generan discordia entre los demás como una forma de causar división y que le otorguen la razón. Se excusan para evadir sus responsabilidades hasta que los demás no acepten que están equivocados.

Si encajas en el cuadro anterior, indica que tienes un grave problema interno, un desorden emocional y el problema será que nunca lograrán encajar en nada ni con nadie. No van a encajar en una familia, un trabajo, una iglesia, en nada, mientras no logren entender que no hay un mundo perfecto, que todas las personas tenemos virtudes y defectos que debemos aprender a manejar y que todo esto hace parte de ese proceso de adaptación y de aprender a vivir en sociedad y en una comunidad. Sobretodo deben saber que tienen un conflicto interno que necesitan no solamente reconocer sino empezar a trabajar en él por beneficio propio y por la paz y tranquilidad de su entorno, ya que no hay nada más difícil que convivir con alguien así.

 Lo cierto es que todos reaccionamos de una forma diferente antes los problemas y nuestras actitudes están muy unidas a nuestra madurez emocional y espiritual; en otras palabras cuando logramos encontrar un equilibrio en nuestro mundo interior. Por eso una de las recomendaciones más importantes para poner en orden tu mundo interior es que: empieces por aceptar que tienes un problema interno (emociones, pensamientos), busca la ayuda de alguien y no te hagas sabio en tu propio inteligencia, hazte responsable de tu comportamiento. Ora al Señor para que te ayude a trabajar en esas cosas que tienes en el corazón que te están contaminando.

Recuerda que eres lo que piensas, tu mundo exterior solo es un reflejo de tu mundo interior.

Ximena de Camacaro. Autora libro "El Desafío de ser mujer".