TUS PROYECTOS SE CUMPLIRÁN.

La biblia nos relata la historia de un hombre que al parecer se
desesperó en la espera. Este personaje estaba tan afligido que el tipo de
oración que le dirigió a Dios fue una "queja", y esto mismo nos ha
sucedido a nosotros muchas veces; empezamos orando por algo, a medida que
avanza el tiempo y esa oración no es contestada la convertimos en un clamor
desesperado y si aun así no hay respuesta entramos a la parte de la queja.
Cuando Dios se tarda en responder cambiamos nuestras oraciones por quejas, nos
lamentamos por todo, se nos nubla la visión que tenemos hacia el futuro,
perdemos el norte a donde queremos llegar, tomamos atajos (o sea, malas decisiones),
entramos en angustia. Nos olvidamos del Dios que cumple sus promesas.
Por eso, cuando Dios escuchó las quejas de este hombre, no se
enojó, más bien quiso traerle una nueva promesa, una palabra que lo sostendría
mientras esperaba el tiempo de Dios. Y le dijo: Habacuc 2:2-4 "Y el Señor
me respondió: «Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las
tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará
en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá. »El insolente
no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe".
El primer Consejo que recibió Habacuc fue: "Escribe la visión, y haz
que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido".
¿Por qué esto es importante? Porque como dije, la desesperación nos lleva
muchas veces a enterrar nuestros sueños creyendo que son imposibles y que
estábamos equivocados, que tal vez apuntamos demasiado alto teniendo en cuenta
nuestros escasos talentos o que aspiramos a mucho sabiendo que no teníamos los
recursos necesarios. En fin, pero cuando escribimos lo que esperamos, lo leemos
todos los días, y lo acompañamos de una oración, estos será necesario para
sostener nuestra fe en aquellas cosas que visionamos. Si creemos en nuestra
visión y la colocamos en las manos de Dios, sucederá lo que dice en, Proverbio
16:3 Pon en manos del SEÑOR todas tus obras, y tus proyectos se
cumplirán".
Lo segundo que le dijo fue: "Pues
la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y
no dejará de cumplirse". ¿Cuándo
se realizará la visión? EN EL TIEMPO SEÑALADO, de aquí la importancia de
aprender a caminar en el tiempo de Dios. Debemos
entender que cuando hablamos de visión, nos referimos a algo progresivo, el problema es que las personas
quieren amasar una fortuna de la noche a la mañana, quieren iniciar con un
negocio prospero, quieren lograrlo todo fácil, pero siempre he pensado que si
esto sucediera así nunca valoraríamos las bendiciones que Dios nos da, y
podríamos caer en el error de muchos: ¡Lo que nada nos cuesta, hagámoslo
fiesta!
Aquí observamos 3 expresiones: "se
realizará en el tiempo señalado", "marcha hacia su
cumplimiento", "no dejará de cumplirse".
Ese tiempo
señalado no es el nuestro, es el de Dios, nosotros proponemos y Dios dispone.
La visión tiene pies, ella camina hacia su cumplimiento, ¿Cómo camina? Lo
hace a través de nosotros, aquí entra nuestra participación en hacer que las
cosas caminen, necesitamos ser diligentes en todo lo que hagamos, poner en
práctica todas las habilidades que tenemos, explotar nuestros potencial al
máximo, y dejar de quejarnos.
Lo último que le aconsejó fue: "Aunque
parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá". Dios no es un
hombre para mentirnos, si nos prometió que todo lo que hicieran nuestras manos
lo progresaría, que los proyectos en sus manos los cumpliría, que tiene planes
de bendición y no de calamidad para nosotros. Entonces espera, porque en el
tiempo de Dios nuestra visión se llevará a cabo.
El secreto está en aprender a vivir por fe y no por la vista, por
esos concluyó diciéndole: "EL
JUSTO VIVIRÁ POR SU FE".
Ximena de Camacaro. Autora del libro "El desafío de ser mujer"
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